martes, 5 de julio de 2011

¿Donde estan los limites de la libertad en los politicos?

Todos entendemos que los políticos son seres publicos que están expuestos a las constantes opiniones y presiones de los medios y de la opinión publica, pero estos seres también gozan o debieran de gozar de tener los mismos derechos de la inviolabilidad de sus actividades privadas siempre y cuando estas no vayan en perjuicio de terceros o tengan relevancia publica.

Pues bien,para muestra dos ejemplos, el practicamente inevitable juicio paralelo levantado contra Dominique Strauss-Kahn y el baño de Leire Pajin en sus vacaciones menorquinas. Bien parecen temáticas completamente distintas,y realmente lo son, pero ambas tienen los puntos en común de llegar a ridiculizar, presionar o criticar a los políticos en función.

DSK esta siendo juzgado por un presunto delito de violación y por lo que parece,tras prestar los últimos testimonios es mas que probable que salga absuelto sin cargos. Siempre nos queda pensar como seria el juicio si los demandantes tuvieran el mismo nivel económico del acusado para poder permitirse esos abogados, pero también nos cabe dudar de si habría demandantes dispuestos a acusar a alguien que no tuviera donde caerse muerto, que no es el caso de DSK. Y ahora, el expresidente del FMI se encuentra en la situación moral de exigir daños y perjuicios contra su imagen publica, ya que se ha formulado en la calle el juicio de la opinión publica que dividiendo los colores del socialista francés lo defiende o lo atacan. Porque cuando alguien tiene un color, siempre habrá alguien con tendencia a ser daltónico. Si bien nadie atacaba a Julian Assange cuando fue juzgado por delitos similares que DSK seria porque el propio Assange era para la opinión publica un adalid de la libertad y de la justicia. En cambio DSK solo es un banquero, dirigente del FMI y socialista francés, es decir político y manejador de moneda, alguien suficientemente demonizado.

Y bien,ahora quien paga el daño moral hecho a DSK, ¿como lo contabilizamos?. ¿Es posible que pueda restaurar su candidatura por el Partido Socialista Francés para las próxima Presidenciales de 2012?. Con esto, ha quedado claro una vez mas que ofender es muy fácil y disculparlo no lo es tanto.

Igual que resulta sencillo ofender las fotos de Leire Pajin en bikini en Menorca.¿Acaso no existe el derecho a la intimidad?. Lo peor de las fotos aparte de que sean portada en algún diario de tirada nacional es que se valoren o cuantifiquen los méritos o deméritos de un político en función de lo guapo, flaco o gordo que esta.
No estamos hablando de esas fotografías deportivas con las que nos obsequiaba Vladimir Putin practicando deportes a lo largo y ancho de Rusia. Hablamos de fotos tomadas a traición y incrustadas en periódicos teóricamente serios con la única intención de ridiculizar o hacer escarnio y difusión de un político. Ya que cuanto menos,unas fotos en vacaciones, no sirven para demostrar la validez de un personaje publico. Supongo que las fotos de Fraga en Palomares no cumplieron con el mismo cometido.

Lo peor de todo es la deriva que ha alcanzado esta prensa amarillista, vendida a unos colores que hunde o ensalza a las personalidades según los criterios ideológicos del medio. Sincera y personalmente no me importan los bikinis de Pajin, los abdominales de Aznar, lo bien asesorado que este Strauss-Kahn o lo bien visto que pueda estar Julian Assange. Todos tienen en común que su vida privada no debiera ser interesante para la opinión publica  y el derecho a no sufrir juicios paralelos capciosos con intenciones reprobables.

Jaime de las Heras Martin.

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