jueves, 21 de julio de 2011

Y al final, Camps claudicó.

Siento la tardanza por comentar la actualidad pero he podido disponer de una semana de agradables vacaciones y curiosamente ha sido en la Comunidad Valenciana, en la provincia de Castellón.

Esa misma Comunidad que lleva meses siendo objeto de investigaciones y acusaciones y que finalmente hoy, nos ha deparado uno de los medios desenlaces políticos mas importantes de los últimos tiempos. Hoy, Veinte de julio de 2011, el presidente de la Comunidad Valenciana Francisco Camps ha dimitido y no lo ha hecho solo, esta mañana Ricardo Costa, exsecretario general del PP valenciano aceptaba los cargos de culpable de los que se le acusa en la trama Gurtel y por la tarde recibíamos la dimisión de Camps.

Costa no es una novedad, lleva casi dos años apartado por un expediente disciplinario y desde mediados de 2010 se encuentra suspendido de militancia. Su inmolación y asunción de culpa de los cargos de los que se le imputa significan una pequeño grano de trigo que Génova no ha tardado en moler, sencillamente se pensaba que lo escandaloso de la implicación de Costa en Gurtel podía servir como cortina de humo y tapar lo que había mas allá.
    
                                                                   Francisco Camps: Foto: Europa Press/Reuters.


Pero la segunda noticia del día es la que ha estallado como una bomba, Francisco Camps, baronisimo del PP valenciano, uno de los mas grandes apoyos de Rajoy dentro del PP deja el cargo de President valenciano para poder allanar el camino  de Rajoy a las Generales ya que ellos mismos sabían que el juicio del Gurtel donde finalmente Camps ha sido nombrado como acusado y tendrá que declarar por ello, por tanto podía lastrar mas las opciones del candidato popular que dinamizarlas.

La importancia de la noticia no radica solo en la dimisión de Camps, al que sucederá un hombre del gusto de Génova,el alcalde de Castellano Alberto Fabra, militante desde los ochenta y alcalde desde 2005. Sino en que Camps aparte de retirarse para no dañar la imagen de Rajoy en un juicio sobre Gurtel que nadie realmente sabe ni cuando acabara ni que deparara haciendo un servicio al PP inmejorable, apartándose cual ciclista que lanza al sprint a su compañero con la intención de ganar la etapa en los últimos metros sino que librándose de las ataduras que conlleva la Presidencia se presentara en el Juicio absolutamente libre de pesos políticos, lo que le permitirá hablar, contestar y defenderse con uñas y dientes sobre las acusaciones, teniendo cualquier oportunidad de contestar sin miedo o temor a perjudicar a sus compañeros de partido.

Al final, la política acaba demostrando lo que es un hombre de partido, ese hombre que se aparta a tiempo de no salpicar mas la imagen de sus compañeros. Aun a riesgo de renunciar a algo tan importante como una Presidencia autonómica. La duda que nos permite acoger es si este celo judicial también se llevase en casos como el Faisán quizás otro gallo cantaría.


Jaime de las Heras Martín.

No hay comentarios:

Publicar un comentario