martes, 27 de noviembre de 2012

Artur Mas y la espada de Damocles.

El batacazo político de Artur Mas no sólo ha desprestigiado su idea política, la austeridad y los recortes que figuran en sus programas y minado su posición como President de la Generalitat.

50 escaños, un número pírrico para un Govern que aspiraba a conseguir una "mayoría excepcional", pero ¿qué opciones de Gobierno le quedan a Artur Mas?

¿Tendría sentido volver a convocar elecciones en Catalunya para intentar buscar la gobernabilidad? Después de perder 12 escaños y con el mayor porcentaje del voto en los últimos 20 años parece no tener motivo arriesgarse a perder aún más escaños después del rechazo de la sociedad catalana a su programa.

¿Abandonar? Comprender que Catalunya ha dicho "no" a sus intenciones políticas no implica necesariamente un rechazo total a sus políticas y menos siendo la fuerza más votada además de haber entonado ya el mea culpa sobre la derrota electoral y asumiendo las culpas de la debacle de la federación CIU.

Con sus 50 escaños y los 20 de PSC o los 19 de PPC, Artur Mas podría contar con suficientes fuerzas para la nueva investidura, pero si alguno de los tres partidos se encuentra dispuesto a la negociación del Govern y a asumir su posición en una investidura o en unas nuevas Cortes habrá decepcionado a su electorado, en teoría la posición españolista de PSC y PPC, con más o menos reservas respecto al constitucionalismo son obstáculos insalvables por parte de ambos partidos para predicar con una posible negociación. Una negociación que tampoco parece viable desde CIU ya que si su pulso soberanista ha sido tumbado en las urnas y sus intenciones reales eran las de conformar una mayoría absoluta de corte catalanista, apoyarse en un partido nacional no puede resultar más contra natura.

Y entre medias queda ERC, 21 escaños, su mejor resultado desde los tiempos de Carod. Su nuevo líder Oriol Junqueras ya se ha mostrado dispuesto al diálogo pero desde luego no entregará el bastón del mando con pequeñas concesiones y no va a suponer un cheque en blanco y es aquí donde Mas tiene al mito de Damocles sobre él, Mas ha fomentado la subida de la izquierda republicana independentista, Catalunya ha contestado claramente en las urnas que no desea que CIU sea el piloto hacia la independencia y ha aupado a Esquerra como opción real de guía en ese camino. Mientras tanto, Junqueras espera la llamada de Mas para imponer sus condiciones, porque salvando las identidades similares respecto a la independencia, cualquier contenido programático entre ambos es diametralmente opuesto, desde cualquier política de recortes a cualquier forma de recuperación económica.

Todo ello aderezado con la pérdida de poder de Mas dentro de la federación de CIU porque no se puede olvidar que Convergencia de Catalunya es la parte más soberanista de la familia mientras que Unió Democrática de Catalunya representa el equilibrio respecto a Madrid, por tanto ya no hablamos de un posible pacto CIU con ERC sino que también Mas ha de convencer sobradamente a sus socios de federación.

Sin olvidarse que no puede continuar dando más alas a ERC porque si presumimos que el plan de futuro de CIU sigue siendo la independencia, dar excesiva cuerda a ERC como partido realmente independentista, el único que en estas elecciones se ha presentado como tal, significaría que Mas ha fracasado tanto en su intento de obtener la mayoría como de ser el guía del soberanismo catalán.

Duran mantiene sus reticencias a ERC  El País
Mas dice que la consulta será "tema prioritario" en los pactos de gobierno  El Periódico de Catalunya
Junqueras pide a CiU que rompa sus pactos con el PP como previa a cualquier negociación  El Periódico de Catalunya
Junqueras: "Garantizaremos un Gobierno fuerte siempre que haya los gestos adecuados La Vanguardia
Mas: 'No estoy dispuesto a aparcar la consulta, no vamos a renunciar'  El Mundo

Jaime de las Heras Martín

domingo, 25 de noviembre de 2012

Las tres Negaciones de Mas.

Doce escaños es la pérdida parlamentaria de Mas, dolorosa pero no la más grave, el golpe de muerte está asestado a su programa político. Artur Mas se erigió en adalid del soberanismo catalanista y ondeó la bandera de la independencia como única vía de salida, pues bien, los catalanes han negado a Mas su mesianismo, de 62 escaños pasa a 50, partido más votado pero un golpe letal a un President que se pensó omnipotente.

Ahora, a toro pasado, nadie encontrará en Barcelona un culpable del adelanto electoral en la sede de CIU, pero la búsqueda de culpables es necesaria, puesto que el señor Mas es el responsable último y total de este fracaso y sus tres negaciones a las que nunca quiso prestar atención.

Y es que Artur Mas ha sido derrotado en el plano económico, en sus más halagüeñas previsiones desde CIU se pensaba que la política económica de recortes y austeridad sería un motivo secundario de voto, Mas se equivocaba, las dos plataformas que menos recortes llevaban en el programa han aumentado su número de escaños, ERC y ICV.

La segunda negación de Cataluña a Mas ha venido desde el independentismo, es posible que haya un porcentaje alto de catalanes que aspiren a la independencia, pero desde luego hoy, han dejado bien claro que en este camino no van a seguir al líder de los convergentes, un liderazgo que siempre ha estado difuso a medio camino entre Madrid y Barcelona porque mientras se pactaba con el Gobierno central, los mensajes que se lanzaban desde Barcelona eran cercanos a la ruptura, y es que a pesar de Artur Mas, sus pactos con Rajoy a comienzos de legislatura también le han lastrado.

Esa negación marcada por una alta participación, donde el referéndum de Mas ha sido tumbado, desde CIU no se alentó a una participación masiva de los catalanes puesto que la ley electoral favorecía al partido más votado y con una abstención mayor lograría mayorías más holgadas.

Y por último, como Pedro antes Jesús, los catalanes negaron por tercera vez a Artur Mas y posiblemente en la más dolorosa de las derrotas, en la de creerse infalible en temas de política y ser perfectamente conocedor de la política catalana, unas elecciones anticipadas dos años, un programa netamente orientado al independentismo y al referéndum, aquí es donde la debacle de Mas se hace más latente, en la falta de control sobre los tiempos y la sociedad catalana, en la creencia de una Cataluña simplificada en un sólo partido o en un solo color, donde hasta seis fuerzas políticas tienen representación en escaños.

Ahora Mas tendrá que portar la carga de haber sido el artífice de la derrota porque a lo Kennedy, la victoria tiene muchos padres pero el fracaso es huérfano, además de la dureza de la derrota, Mas deberá pactar obligado con una de las otras tres fuerzas que pueden ayudarle en la investidura y en el Gobierno, (ERC con 21, PSC con 20, PPC con 19), una Esquerra reforzada que está en condiciones de exigir o la solución con uno de los grandes partidos nacionales con los cuales ya ha roto desde que anunció el adelanto electoral.

Jaime de las Heras Martín


El plebiscito de Artur Mas

En menos de dos años, Artur Mas ha vuelto a convocar unas Elecciones al Parlament de Catalunya, ¿cuál es su necesidad política?

¿Se puede agotar una legislatura política en menos de dos años después de la obtención de una mayoría simple de 62 escaños en un parlamento de 135?. Artur Mas haciendo bueno el dicho de "A la tercera va la vencida" conseguía llegar al Palau de la Generalitat con una mayoría simple holgada, a tan sólo seis escaños de la mayoría absoluta, pero ¿por qué arriesgar sus 62 escaños actuales?.

Pues arriesga sus escaños siendo plenamente consciente del descalabro total del PSC, en plena reconstrucción tanto de nombres como de identidades, un partido de identidad difusa donde el Comité Federal Nacional como el Catalán se encuentran separados por motivos ideológicos, de la pérdida de importancia de ERC en las elecciones catalanas, un partido que aún se encuentra lastrado por las consecuencias del tripartito y por el cambio de lideres, bajando el número de sus escaños desde 2003 (23 en 2003, 21 en 2007 y 10 en 2010), un PP catalán de bases muy claras que mantiene sus porcentajes de votos y de escaños pero con más apariencia de islote en el océano catalán que como un partido más a sumar, y por último con clara representación encontramos a ICV que también se muestra constante en votos y escaños durante estas tres últimas legislaturas, algo escamado después de la experiencia del tripartito que no ha lastrado ni sus perspectivas políticas ni su actitud de cambio.

Por tanto, ¿a quién quiere recortar Artur Mas?, difícilmente el PSC pueda caer más a nivel político, los 28 escaños conseguidos en 2010 son sostenibles pero desde luego son un listón demasiado bajo para el partido que siempre optaba a ser la solución no nacionalista en Cataluña, y hablo en pasado con "optaba" porque esta disparidad de criterios entre Ferraz y el PSC ha sido uno de las grandes disensiones de la militancia socialista que veía discrepancias de base según el mitín fuera celebrado en Catalunya o en otra parte de España.

¿Busca recortar al PP de Cataluña? Obvia la respuesta, el PP y sus base lleva oponiéndose a la independencia, al secesionismo desde su creación así que probablemente no sea la parte del pastel que desea Mas.

¿Será Oriol Junqueras y ERC el objetivo de Mas? Los 10 escaños conseguidos por Puigcercós fueron tras la segunda experiencia del tripartito y terminaron con la reestructuración total del partido, acabando con la época de Carod y Puigcercós, aunque Junqueras sea un candidato bisoño, parece lógico pensar que mantendrá sus 10 escaños, sin embargo su actitud "estirante" como se ha definido para evitar la mayoría absoluta de CIU. 

Por tanto, Mas pretende obtener un plebiscito a costa de unas Elecciones catalanas, intentar un movimiento separatista como figura en el Programa de CIU con fecha 2020.
Programa CIU 2012

La gran baza de Mas es la abstención, es consciente de que una situación con una alta abstención pero con una gran movilización del electorado de CIU puede provocar que la ley electoral otorgue muchos votos en circunscripciones donde no obtiene tanto resultado y es que entre el descontento reinante en la política catalana, con partidos en reconstrucción, CIU se erige como único partido solvente y capaz de gobernar y a su vez, de buscar una mayoría absoluta en términos secesionistas en vez de en auténticos planes políticos de gobierno.

El contratiempo secesionista de Mas se encuentra en su alter ego en el Parlamento de Madrid porque la federación entre convergentes y unionistas encuentra que el Portavoz de CIU en el Congreso de los Diputados aparte de considerar que "no creo que una mayoría de los catalanes estén a favor de la independencia" también opina que "convocar un referéndum que no sea legal no tiene sentido".

Y es que Duran actúa como hombre ancla para las intenciones de CIU, actuando como el yin calmado en Madrid mientras que Mas desde Barcelona predica con su airado yang en dirección opuesta.

Por tanto, las pretensiones de Mas centradas en época de austeridad y buscando el enfrentamiento directo con el gobierno español que en todo momento se muestra a la defensiva y cerrado a un posible diálogo con el Gobern de la Generalitat, que sirven para que el President disimule sus recortes económicos intentando hacer ver que lo que realmente ocurre es que estos recortes son necesarios porque Madrid no es justa con los presupuestos de Catalunya ni cumplirá el pacto fiscal, todo ello aderezado con el siempre efectivo toque del nacionalismo que permite disfrazar colores y temas en Catalunya y que sirven para tapar los fallos en la gestión de Mas.

Porque para el President, cualquier crítica que venga de fuera de Catalunya es un ataque contra no sólo su persona, sino contra las instituciones de la Generalitat y contra el pueblo catalán en general, con lo que, consigue expandir a toda la sociedad el sentimiento de opresión, quedará estar pendiente de la dirección que toma el Fiscal de Catalunya sobre el Informe publicado por el diario El Mundo, que aunque incompleto, apunta a las altas esferas de Convergencia.

Jaime de las Heras Martín.