Se está hablando de grandes goleadores y grandísimos futbolistas en este Mundial de Brasil, dominado por el continente americano, donde los
ilusos europeos que nos volvimos con la cabeza gacha achacamos entre otros factores a la adaptación climática. Suelen ser excusas del que retorna sin orgullo tras no ser capaz de hacer un papel digno.
Algunos de estas selecciones europeas vuelven a casa con las dudas de la eliminación, otras con la pesada losa de la reconstrucción y otras se consuelan con lo que pudo haber sido. Había vigentes campeones, potencias emergentes, tradiciones consolidadas o equipos ilusionantes, encontramos
España, Portugal, Inglaterra, Italia o
Bosnia. El honor europeo queda en las botas de Francia, Suiza, Alemania y Países Bajos, son argumentos de peso para hacer frente a América, unas selecciones americanas donde dentro de los nombres de
Messi,
Neymar,
James Rodríguez o
Giovani dos Santos encontramos otros héroes, desconocidos en Europa pero que guardan con celo las espaldas de sus estrellas.
Guillermo Ochoa, portero de México contra Brasil.
Estos héroes, cuyos nombres conocemos de paso en
Europa y sólo cuando los vemos en las ligas patrias están dando
un recital de paradas y anticipaciones en el Mundial americano. Un Mundial en el que las grandes selecciones europeas llevan en sus porterías a los campeones de las principales ligas del Viejo Mundo, del inglés
Hart, campeón con el
Manchester City, pasando por
Salvatore Sirigu, italiano pero campeón con el
PSG francés hasta dos de los grandes iconos de las porterías europeas,
Gianluigi Buffon, campeón con la
Juventus italiana hasta
Iker Casillas, campeón de la
Champions y campeón de la vigente campeona. Todos ellos han caído a las primeras de cambio. Sólo
Manuel Neuer, campeón con el
Bayern de Munich se mantiene en liza, mientras que
Hugo Lloris, capitán de
Francia y portero del
Tottenham guarda los palos de una completa selección gala mientras que el último gran portero europeo se luce en la meta belga,
Thibaut Courtois.
Fernando Muslera (Uruguay) contra Inglaterra. Reuters.
Pero mientras los focos sobre los porteros europeos se reduce, se alumbra a los grandes desconocidos del Mundial, el portero americano. Desde
Tim Howard, portero de
Estados Unidos hasta los patagónicos
Claudio Bravo y
Sergio Romero, todos los arqueros del Nuevo Mundo han dado la cara. Una cara poco conocida en Europa salvo en aquellos porteros que vemos en los torneos domésticos,
unos torneos domésticos dominados por equipos donde lucen porteros europeos y el portero americano apenas tiene protagonismo, y como nos están demostrando, tienen mucho que decir.
Keylor Navas (Costa Rica) contra Inglaterra. EFE
En
España tenemos ejemplos claros,
Keylor Navas, portero del
Levante y de
Costa Rica, una revelación en el Mundial en un grupo repleto de campeones del mundo pero jugando en un equipo de la mitad de la tabla en la Liga.
Claudio Bravo, portero de
Chile y ya flamante fichaje del
Fútbol Club Barcelona era hasta hace una semana el guardameta de la Real Sociedad, uno de los equipos de moda en la liga española pero desconocido fuera de España. Una España que tampoco comprendía que
Willy Caballero, el cancerbero argentino del
Málaga no estuviera ni convocado por
Sabella, pero
Sergio Romero está callando a esas bocas que dudaban de él.
Sergio Romero (Argentina) contra Bosnia
Esos comentarios se reproducen por todo el continente, por ejemplo con
Julio César, un portero que vivió tiempos mejores a nivel de club en el
Inter de Milán y al que algunos daban por muerto tras su paso por el
Queens Park Ranger inglés, hasta que hoy los ojos han vuelto a él al ser protagonista en la tanda de penaltis que clasificó a Brasil a octavos. Unos octavos en los que también estará
David Ospina, portero de
Colombia y del
OSG Nice, nada menos que decimoséptimo clasificado de la
Ligue 1 francesa, que sin embargo está manteniendo a la selección cafetera en un estado de euforia contagioso en todo el país junto figuras como
Cuadrado o
James Rodríguez.
Julio César (Brasil) en los penaltis contra Chile. Reuters
En la liga francesa también jugaba el guardamente
mexicano Guillermo Ochoa, en uno de los descendidos, el
Ajaccio corso pero eso no ha impedido que su figura se convirtiera en un foco de atracción tras su épico partido ante
Brasil en primera fase, dejando su portería a cero. Ya ven, un portero en octavos de final de un Mundial que sin embargo jugaba en un equipo descendido, suponemos que esto será un espaldarazo en su carrera.
Carreras relanzadas gracias a los torneos intercontinentales, otro de estos porteros es el uruguayo
Fernando Muslera, que a pesar de marcharse a casa tras ser eliminado por Colombia se ha convertido en uno de los pilares de
Uruguay junto a
Diego Godín,
Luis Suárez y
Edinson Cavani, y eso que su nombre es desconocido para muchos aficionados, salvo los turcos ya que defiende los colores del
Galatasaray y para algunos aficionados italianos tras un buen paso por el
Lazio romano.
Fernando Muslera (Uruguay) ante Italia
Incluso los
porteros de las selecciones eliminadas han dado recitales de paradas y han ayudado a mantener las esperanzas de sus equipos. El veteranísimo
Noel Valladares, portero de
Honduras se marcó su último
Mundial con su país dejando el pabellón bien alto y sin grandes goleadas en contra a pesar de ser una de las cenicientas del
Mundial. Un papel que no quería compartir la selección
ecuatoriana, que mantuvo sus opciones de clasificación hasta el tercer partido contra
Francia, donde el portero
Alexander Domínguez mantuvo a raya al combinado galo, dejando su portería a cero en este último partido.
Alexander Domínguez (Ecuador) contra Francia.
Todos estos porteros han
destacado con sus equipos en mayor o menor medida, ninguno de ellos ha pasado a los resúmenes con clamorosos errores y lo que sí han hecho ha sido reivindicarse, lograr el reconocimiento que merecen a nivel mundial y hacerse visibles para el público europeo que acostumbra a pensar que los porteros europeos son más profesionales y más fiables que el guardameta americano. Este Mundial está sirviendo
para reivindicar a estos porteros, que en Europa acostumbran a jugar en equipos menores pero que c
uando visten los colores de su selección se transforman en porterazos que merecen todo el crédito del mundo.